Mi misión, se basa en: Hechos 13:47

Como bien sabe la mayoría -o todos, eso espero y aspiro- soy cristiana... Pero ¿cómo inició todo?



Cuando tenía 4 años -exactamente el día que los cumplí- mis tíos que estaban empezando a ir a una iglesia evangélica -protestante- decidieron llevarme con ellos al servicio dominical. 


Yo como toda pequeña que ama lo desconocido accedió y fue con ellos -con permiso de mis padres obviamente-, al llegar noté que era un ambiente totalmente desconocido para mí, yo nunca había asistido a una iglesia de esas - hasta ese momento en mi familia TODOS éramos católicos radicales-, cuando entré fui muy bien recibida, y me llevaron con los demás niños, ahí conocí de Jesús y empezó mi historia junto a Él, inclusive -todo sea para su gloria- fui el medio para que prácticamente toda mi familia llegará a la verdad de Cristo.


¡Todo esto entre los 4 y 6 años!


Técnicamente después de conocer a Jesús, crecí en la iglesia. Mi hermana menor nació en la iglesia, y mis primas más pequeñas. Todo era perfecto, hasta que por situaciones en mi país... Tuve que migrar.


De vivir toda mi vida en Venezuela, me mudé a Ecuador, el país de mi papá -padre de crianza, pero esa ya es otra historia-, todo esto ocurrió en pleno auge de mi adolescencia, tenía 12 años, época rebelde, en la que incluso me hice fanática del rock y el color negro -en fin, era una puberta-, y terminé alejándome de Dios, por el entorno  todos los cambios.


Tiempo después, a los 14 me reconcilié con Dios, y a los 15 tomé la mejor decisión de mi vida... ser bautizada. No voy a mentirle a nadie, mi vida se complicó más justo después de bautizarme y fue horrible... Le reclamaba a diario a Dios, y volví a separarme de él, pero, no por mucho, él, no iba a dejarme ir tan fácilmente, pero permitió que yo aprendiera de mis errores...


A los 16, regresé al camino nuevamente, lastimosamente volví herida, con el corazón roto y mucha vergüenza en la cara, me sentía indigna de el... Pero ¿qué podía esperar? Más bien había regresado completa y no con una parte de mi cuerpo menos o algo por el estilo. Bien dice en romanos 6:23


"Porque la paga del pecado es MUERTE, más la dádiva de Dios es VIDA ETERNA".


Dios, fue... Bueno, corrijo eso... Ha sido y es demasiado misericordioso conmigo... Durante el proceso de reconciliación y hasta ahora han existido miles de oportunidades para caer, pero he decido llorar o sufrir en silencio, buscarle y rogarle ayuda cuando siento que la tentación o el pecado están a la puerta queriendo convencerme de hacer lo peor... Ya no reniego de el, no es justo hacerlo, Jesús, no tiene la culpa de nuestros errores, ni de lo malo que nos pasa...


¿Por qué les cuento todo esto? Porque quiero que conozcan mi misión...


Un día, mientras hacía mi devocional diario, y leía las escrituras me topé con un hermoso versículo que ahora es mi favorito:


Yo te he puesto, Nirepara que seas luz de las naciones; para que anuncies mi salvación hasta el último rincón del mundo.


Hechos 13:47 


Desde el momento en que leí eso no pude conciliar el sueño -porque realizo mis devocionales antes de dormir, puesto que en la mañana no tengo mucho tiempo por las tareas escolares-, entre el insomnio y la espesa oscuridad bajé de la cama -con dificultad, duermo en una litera- y me arrodillé frente a la ventana -viendo al cielo, esperando una respuesta- me desahogué, hablé con papá y le pedí que me explicará, le pregunté con mucha duda y temor...


"Papá, no sé... ¿Era esa cita para mi o la tomé por accidente... O fuera de contexto? No quiero fallarte, yo no merezco esto ni nada... Ya es demasiado con tu amor..."


Luego de haber hecho aquella petición miré el nublado cielo, y vi como empezó a despejarse, las estrellas solo empezaron a brillar y sentí una paz extraordinaria luego de mi charla con papá... Escuché una voz que decía el versículo, pero CON MI NOMBRE -bueno decía Nire no Niredli-, lo que recuerdo a continuación es despertar, como si me dormí en no sé qué momento, o si fue un sueño, al abrir mis ojos con el llamado de mi madre de:


"¿Yo ya no las desperté? Hoy hay clases, ya levántense..."


Obviamente lo dijo más alterada de lo que pueden leer aquí pero en fin... Yo estaba fuera de mi, y como solo tenía que despertarme a hacer tareas -porque estudio en la tarde, mi hermana es la que estudia de mañana- al momento en que mi madre y mi hermanita se fueron al cole y mi padre a trabajar, yo cogí de inmediato mi Biblia y me puse con otras 3 versiones más a estudiar al mismo tiempo, revisé el versículo y luego encontré otro, y otro y otro más... Y todos. TODOS ME HABLABAN A MÍ.


Al final, terminé comprendiendo que era palabra de Dios directamente, y por si duda alguna me quedaba, de eso fue la predica el domingo siguiente.


Sin embargo, también estudiando, encontré una cita que me advirtió de la LUZ dentro de mí, y de la responsabilidad que me había sido dada... LUCAS 11:35


"TEN CUIDADO, NO SEA QUE LA LUZ QUE HAY EN TI RESULTE SER OSCURIDAD."


La palabra de Dios no va en vano, y creo que si me advirtió de esto fue por algo, y no sólo a mi, sino también a ti que ahora lees esto... Entonces, tenemos una misión, somos luz, somos sal...


¡Cuidemos esa luz, y no terminemos siendo tinieblas...!


Eso... Gracias por leer... Espero que esto algún día le sirva a alguien... 

Cristo te ama, no lo olvides.


@nire.livingforjesus

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